Las ideologías y sentimientos religiosos han dotado a la humanidad no solo de una organización social determinada con nuevos roles y jerarquías sociales, sino también de objetivos al definir los parámetros en que el ser humano se entiende a si mismo y como se relaciona socialmente y con la naturaleza, solo estudiar este proceso nos permite entender como se ha terminado de imponer una actitud antropocéntrica en la que el hombre se contempla a si mismo en el centro de la creación, justificándose adquirir el poder sobre lo que lo rodea, la naturaleza queda disminuida así a un mero recurso que justifica su existencia solo si se le encuentra alguna utilidad a la hora de satisfacer las necesidades reales o accesorias que la sociedad pueda identificar.
Fue durante el Neolítico con la invención de la agricultura y la ganadería cuando por primera vez en la historia del planeta una especie desarrolla conocimientos y técnicas para alterar el medio ambiente de manera significativa iniciando con el proceso de producir desequilibrios en el ecosistema. Durante este período que se calcula de duración aproximada de unos 10.000 años, el desarrollo y expansión de la agricultura y ganadería trajo como su principal consecuencia el aumento de los individuos de nuestra especie. Durante el neolítico la alteración del hombre sobre la naturaleza era limitada y no representaba un peligro de sostenibilidad considerable, sin embargo las cosas empezaron a cambiar en la edad media cuando se creo la tecnología sobre la cual se apoyaría cuatro siglos más tarde la revolución industrial.
Algunas personas creen que la revolución industrial es parte inherente a un proceso de desarrollo, pero aunque el conocimiento acumulado pudo haber producido una revolución industrial en otras partes del mundo, era necesario una ideología determinada que cambiara la forma en que el hombre percibía su realidad, La idea de evolución y desarrollo que hace posible la revolución industrial tuvo que darse de este modo dentro una ideología que entendiera el paso del tiempo asociándolo a un movimiento lineal de la historia superándose los esquemas filosóficos que servía de marco a las culturas de la antigüedad, ya que estas aunque habían alcanzado adelantos técnico-científicos importantes tenían unos esquemas diferentes en los que no cabía la idea de progreso, su visión del mundo y el acontecer histórico era el de constantes cambios partes de un movimiento circular en que la historia humana pasa por ciclos repetitivos, estas ideas ancestrales que han sobrevivido hasta nuestros días contraponen al antropocentrismo, la idea del ser humano que se contempla a si mismo un como organismo vivo más entre otros que ínter actuaban en equilibrio, en un continuo devenir del tiempo donde como el día y la noche todas las cosas se repiten, lo cual hace imposible pensar en un avance lineal a través del tiempo. Además la revolución industrial solo abre posibilidades que pueden ser utilizadas en cualquier dirección, los fines por los que han encontrado utilidad los ha definido la ideología y el estado de evolución intelectual y espiritual de la sociedad en la que se ha desarrollado.
La concepción lineal de la historia es introducida en occidente a través del judeocristianismo que a su vez lo heredo de culturas anteriores, este hecho adquiere especial relevancia para nosotros porque los acontecimientos históricos permitieron la consolidación y expansión del estas religiones primero en Europa y luego mediante la expansión colonial de europea en los territorios colonizados, Introduciendo esta manera particular de entender el tiempo tan fundamental para el desarrollo de Occidente y para lo que entendemos como modernidad, la idea del cristianismo por ejemplo cambió la teoría de los ciclos por un principio y un final en la historia terrenal humana, de la misma manera se planteo en el judaísmo como un camino que parte desde las alianzas o pacto con los israelitas en el cual el único Dios todo poderoso les promete la tierra desde la cual el tiempo material, terrenal, no regresará.
De esta manera como todas las cosas que se dicen ser y no son, característica recurrente de nuestra actualidad, no es difícil entender que la idea de progreso técnico científico representa al final la adaptación a la nueva realidad de los conceptos judío cristianos que hacen que el hombre sacrifica el hoy, en el que no se le ha enseñado a habitar y valore siempre el porvenir, en espera de ver cumplidas sus esperanzas de que la sociedad del bienestar le alcance al fin y pueda vivir en el paraíso, el un mundo mejor por venir. Este cambio en la percepción de la realidad se produce cuando se abandonan las creencias fundamentales con las que el ser humano se entendía su realidad, un hecho que se ha desarrollado en occidente durante la ilustración cuando en Francia se lleva hasta las ultimas consecuencias el humanismo, espíritu renacentista que surgió en Italia en el siglo XlV, esto trae como consecuencia el abandono paulatino de todo lo que se considerase sobrenatural o tradicional. El racionalismo científico quedo instaurado cuando las teorías revolucionarias sobre los orígenes de la humanidad y todo lo que la rodeaba, son desacreditadas por todo el movimiento científico en auge, especialmente con el relativismo einsteniano y el evolucionismo darwiniano, cuando se llega a conclusión de que Dios no existe y se cuestionan todas las creencias y los juicios de valor anteriores, al hombre no le queda mas que convertirse responsable de su propio destino; sin un amo, cada uno se convierte en amo de si mismo y en el seno de la sociedad la lucha por el dominio entre unos sobre otros, penetra en todas las capas de la agudizándose en los países que se denominan como “desarrollados” o en los que las ideas occidentales son asimiladas y puestas en práctica exitosamente.
Si se eliminan las raíces de la sociedad desacreditando todas construcciones cognitivas que no se han podido comprobar, si todos los avances que el ser humano produjo por medio de otros caminos como el de la intuición, el análisis de la experiencia o el simple desarrollo de la espiritualidad, al hombre no le queda más que vivir en función del futuro. Si en el presente solo se puede vivir soportado sobre el pasado y este se elimina es como quitar el suelo sobre el que nos podemos mantener de pie y erguidos, el hombre ya no tiene una base que lo soporte y no le queda más que vivir colgando del futuro, una experiencia poco solida y peligrosa pero sobre todo un síntoma patológico de una sociedad enferma.
Para la humanidad anteriormente Dios es la metáfora de la realidad absoluta representada como la verdad y el bien y cumple la función de darle sentido a la vida. De esta forma antes de que los hombres creen a Dios la idea análoga que cumple la función de Dios es la naturaleza y luego del dios absoluto, el Progreso, la Revolución, la Ciencia, tomadas como realidades absolutas. Lo que realmente si ha cambiado es la naturaleza del paraíso prometido, ya que este no es más en la psiquis humana, el espacio de éxtasis espiritual, donde el alma vive en total paz y armonía, este paraíso que se creo con ideas mitológicas y mágicas, para acceder a el se suponía deberían desprenderse de todas las deseos materiales, para concentrarse solo en alcanzar la virtud. Ahora el paraíso ha dejado de existir en un plano espiritual para existir en un plano físico pero como no esta para todos, la única manera de democratizarlo es ubicándolo en un futuro, como una meta, el sebo adecuado y posible para mantener a los hombres esclavizados tomando en cuenta la perceptiva desde la que observamos y a la que nos han conducido el estado actual de nuestras creencias y conocimientos.
Como hemos analizado en cada época de la historia de la humanidad existe un determinado espíritu, un marco ideológico que dirige las acciones de los hombres, este sistema de conceptos y representaciones de la realidad construyen el ideario social desde el cual cada individuo toma el material conceptual para construir su punto de vista, un lugar determinado que le permite ver la realidad de un modo en particular y le imposibilita considerar otros. Aunque las apreciaciones individuales presentan también un aspecto múltiple y diverso, se impone el criterio que la mayoría acepta como cierto, De esta forma lo que cree la mayoría condiciona todo, es la forma en que construye la realidad social, por llamarle construcción a creer en una determinada forma de ser de lo que nos rodea, cuando lo que creemos, tiene importancia solo en la construcción o destrucción de la realidad física para que pueda reflejar las limitaciones de nuestro pensamiento. La actual crisis de nuestro sistema nos hace concluir que la influencia que determinados grupos sociales ejercen sobre la mayoría de forma perversa para la consecución de determinados intereses pueden dirigir a la sociedad a situaciones, muy distintas a los que supone pretende alcanzar, por otro lado es importante señalar que la clase dominante es la que se ha colocado en la posición de privilegio de un pequeño grupo al que un importante porcentaje de la sociedad le gustaría pertenecer, hay que comprender que todos los juicios de valor al igual que este, tratan de describir las tendencias que varían entre diferentes sociedades y entre las clases que la componen, la pluralidad sigue siendo la regla aunque el éxito en la implantación de un estereotipo allá afectado la singularidad cultural de nuestro planeta.
Una sociedad o sector social busca cambiar una realidad cuando se generaliza una situación de malestar, por eso la disconformidad es la mecha de las (re)evoluciones, una sociedad en la que los individuos alcancen un grado importante de bienestar es una sociedad(o grupo social), que trata de perpetuar dicho estado, pero si el estado que se considera de bienestar es realmente un espejismo por basarse en concepciones equivocadas, por ser insostenible, porque se vasa en la injusticia, porque no ampara la totalidad del entramado social y por no representa el desarrollo integral del ser humano, (intelectual material y espiritual), tarde o temprano conducirá a un estado de crisis y decadencia. Salir de un estado de crisis primero hace necesario cuestionar del sistema que la creo, luego un profundo debate social donde las conclusiones que resulten establezcan nuevas ideas que posibiliten reinventar la realidad.
Sin embargo hay que considerar que las ideas o sistema de ideas revolucionarias para ser aceptadas y produzcan cambios en la estructuras sociales necesitan consolidarse por medio del consenso social, lo que requiere un tiempo considerable, aunque tenemos que anotar que los cambios se producen cada vez a mayor velocidad. Es fundamental construir poco a poco la conciencia colectiva que pueda soportar un nuevo orden, de la misma manera que se ha construido el tipo de individuo capaz de mantener y producir el actual sistema. Hay que hacer que el ser humano contemple la realidad desde otro punto de vista, liberándolo de la esclavitud que se le ha impuesto al aceptar prioridades y estilos de vida que no corresponden con sus necesidades reales o dicho de otro modo que no le conducen al la situación donde se supone intenta llegar. Tenemos que ser cocientes de que ninguna ideas es aceptada totalmente por la sociedad y que unos de los principales obstáculos que impide el cambio es la concentración del poder material, político y militar, por la élite que ha visto materializado sus beneficios con el orden actualmente establecido. Además, algunos valores que han sido por largo tiempo aceptados luego de que se demuestre su invalidez continuarán coexistiendo con las nuevas ideas abiertamente o muchas veces disfrazados con nuevas formas aunque los fines que persiguen son en si los mismos y es fundamental establecer la diferencia entre lo que se dice y lo que se hace, entre lo que parece y lo que es. Otro aspecto que es importante considerar es el aspecto genético que nos ha dotado de determinados instintos que son responsables de la competencia por la supervivencia, de el sentido de pertenencia y propiedad, actitudes que compartimos con otras especies del reino animal, donde los individuos luchan también por establecer el dominio de unos sobre otros.
Nuestra sociedad esta enferma porque los individuos que la componen empiezan a tener un comportamiento destructivo contra el espacio que habitan y unos contra otros, estamos en una fase virulenta en la que no puede haber un todo armónico, aunque el acto violento nos conduzca a una victoria temporal, cada ataque destruye el espacio que le permite a todos subsistir. Esta claro que en esta nueva etapa de la sociedad las reglas han cambiado, toda la escala de valores se ha invertido porque ser virtuoso no es ninguna característica deseable, todo lo contrario el más listo, el que corre más y el que tiene menos escrúpulos, es el que recibirá el premio por el que se nos entrena para competir. Parece que el triunfo del humanismo a traído todo lo contrario de lo que originalmente se buscaba, si no necesito ser virtuoso para ser premiado, si lo que se me entrena para conseguir hace necesario que me desprenda de cualquier sentimiento humanitario, si nada es bueno ni malo si no relativo y la linea de lo que esta permitido y lo que no, se ha vuelto inestable, ya no hay valores supremos, solo consideraciones sobre la estrategia más adecuada para alcanzar el objetivo que se nos ha vendido como nuestro. Hemos logrado convertirnos en verdaderos esclavos que no saben que no se va a ningún lado mientras siga instalado en el mismo sitio, parece que el triunfo de la razón a llevado a los hombres a ser irresponsables, aunque no sea la razón en si misma el problema, si no la forma en la que se ha razonado. No cuestiono la idea de la relatividad pero si la humanidad tienen unos objetivos claros nunca se podrán alcanzar si los juicios de valor son relativos, la relatividad no puede marcar ningún camino que conduzca a objetivos claros, un objetivo puede ser cualquier cosa, aunque el objetivo que se defina sea la ausencia de objetivos, una sociedad que pretenda por ejemplo la justicia social, se contrapone a otra que promueve el individualismo.
Si los instintos básicos son los causantes de la mayoría de nuestros actos, si seguimos luchando por el dominio de unos individuos sobre otros, si las herramientas que el desarrollo de la ciencia y la tecnología hacen cada ves más peligrosa la concentración del poder en unos pocos, será imposible de alcanza el equilibrio y la moderación como resultado de la suma de las acciones colectivas. Alcanzar lo que se nos ha vendido como éxito social representa en realidad un acto de sumisión y de dependencia a nuestros más puros instintos animales, el que se quiera convertir en el miembro dominante de la manada necesitara un gran acopio de energía para conseguir y mantener la concentración sobre los otros . Si el ser humano continua repitiendo estructuras heredadas genética o culturalmente con las herramientas que actualmente tenemos el resultado final de nuestros actos no puede ser otro de la autodestrucción.
La actitud depredadora que parece que heredamos en algún grado gracias a la genética, sumada a nuestras posibilidades de modificación del espacio y del dominio de unos sobre otros, son infinitamente peligrosas porque las ansiás de poseer no se sacian cuando se alcanza el objetivo deseado, en su lugar desembocan en el hábito de querer siempre más, el desequilibrio se produce la gula de querer todo y anhelar más, ya es un desastre cuando en esta orgía solo participa un pequeña élite social, apoyados claro esta del resto que intenta imitarlos. No tenemos posibilidades finitas para satisfacer un hambre insaciable.
Si no hay un valor supremo que oriente las acciones de los hombres y cualquier fin puede ser justificable, el espíritu que domina la sociedad es el salvajismo, se cree libre cuando no lo es porque al encadenarse voluntariamente hace depender su felicidad de la satisfacción un deseo, el de dominar, el de convertirse en Dios, de distinguirse, o simplemente buscar una mejora de su reconocimiento social o el de simplemente llenar a base de estímulos los vacíos que dejan las carencias afectivas. Con lo que se refiere a la búsqueda del reconocimiento social tenemos que aceptar que es sin embargo inherente al ser humano, es lo que le garantiza existir socialmente, pero cuando el valor social por el que se busque distinguir sea la virtud (como quiera que se defina), la sabiduría, el intelecto, o el crecimiento espiritual posiblemente darán como resultado una sociedad diametralmente opuesta a la que hemos creado.
el descubrimiento de Nietzsche según Albert Camus consiste en descubrir que ..." El caos también es una servidumbre. Sólo hay libertad en un mundo en el que lo que es posible está definido al mismo tiempo de lo que no lo es. Sin ley no hay libertad. Si el destino no esta guiado por una ley superior, si el azar es el rey, el resultado es la marcha entre tinieblas, la espantosa libertad del ciego”.
El hombre que cuya existencia ha sido vetada en el monte Olýmpo, donde solo habita una clase privilegiada, sigue sin entender que cualquier modelo que pospone la felicidad para un futuro en realidad representa un gran engaño, aunque unos pocos podrán cambiar su situación para acender a un pequeño grupo de élite, esto solo es posible para ocupar una de las pocas plazas disponibles ya sea porque que en otro lado alguien ha abandonado su escaño perdiendo la divina gracia o posiblemente porque otros muchos empeorarán sus condiciones para mantener las ventajas del nuevo privilegiado. Porque esta claro que lo que se considera admirable y deseable es solo posible para unos pocos y solo gracias a su mantenimiento a costa de todos los demás y hasta que un sistema inviable colapse.
El bienestar del futuro solo se podrá asegurarse realmente con una buena filosofía para vivir en el presente que considere alcanzar el bienestar social a través de conceptos como paz y la armonía y posiblemente no sea posible permanentemente al ritmo que vamos. El desarrollo de actitudes, habilidades y conocimientos tienen que tener como objetivo conseguir el equilibrio integral para el ser humano en lugar de ser instrumentos que persiguen el dominio de unos sobre otros. Vivir en función del futuro tiene el inconveniente de que este siempre es mañana y nunca llega y lo único que se está adquiriendo es el hábito de no vivir en la única realidad que tiene, no sólo se obliga al individuo a desaprovechar constantemente el hoy, si no que además se le asegura un futuro menos prometedor porque sigue malgastando su vida buscando lo que no existe, o en un lugar que no lo puede encontrar y seguir un camino equivocado no le puede llevar a donde cree ir. La única razón por la que el hombre deja enajenar su yo es por la manipulación exterior que le impone situaciones adversas, haciéndole aceptar unas necesidades que no son reales, esto sumado a la ignorancia, la falta de conocimiento objetivo que le permita valorar la realidad en la que se encuentra inmerso, o simplemente la incapacidad de reaccionar para todo el grupo social marginado sin acceso al poder, a los que el sistema condena a luchar simplemente con el objetivo tener un espacio que habitar y algo que llevarse a la boca .
Lo cierto es que se necesitan pocas cosas para tener una vida plena, entre más compleja se vuelva nuestra rutina diaria tendremos menos posibilidades de encontrar un equilibrio saludable y tendremos menos tiempo para disfrutar de las cosas que son realmente importantes. La libertad a fin de cuentas se puede lograr cuando se abandonan los objetivos que no representan necesidades reales. Es triste ver a tanta gente sacrificando gran parte de su vida para conseguir cosas que sería mejor no poseer cuando podría llegar a ser libre, sólo si hace realmente lo que quiere o trata de que su dinámica se acerque por lo menos un poco a su propia naturaleza e inquietudes. No parece que tenga mucho sentido que te encuentres atrapado realizando tareas que no disfrutas para tener la posibilidad de conseguir cosas que realmente no necesitas.
Una sociedad sana es aquella en que las verdades no son impuestas como reglas supremas anulando en el individuo la posibilidad de entendimiento, cuando los prejuicios y las creencias evitan que realicemos el análisis libre de cada elemento de la realidad estamos desechando sin considerar muchas otras posibilidades, un individuo sano es el que puede ver todo desde si mismo desechando los juicios y creencias que no corresponden a un análisis libre ni a los dictados de su corazón. Nuestro punto de vista no puede ser fijo y invariable cuando nuestro contexto si lo es.
Nuestra percepción de la realidad esta construida de hecho por un proceso de asimilación de conceptos pero si queremos avanzar tenemos que entender que muchos de las cosas aprendidas nos han imposibilitado analizar las cosas desde nuestro verdadero yo ayudándonos más bien a reproducir una realidad que viene de afuera como un espejo entre miles de otros mas que la reflejan, en lugar de esto deberíamos producir cada uno muestra propia realidad, la que puede surgir de la evolución de si mismo y que la adaptación de la realidad de cada uno al conjunto colectivo sea la que afecte a la realidad global, de la manera contraria de como se viene haciendo. Desde luego hace falta entender que si todo lo que venga de la antigüedad no es sinónimo de peor o incorrecto, en realidad se traba de hacer una poda y quitar las malas yerbas sin desacreditar la sabiduría milenaria que además de la razón se construyo también con la experiencia y la intuición.
Es hora de evolucionar la estructura obsoleta que nos ha llevado hasta la situación peligrosa donde estamos, modificar las creencias que han demostrado estar equivocadas pero esto es complicado cuando por un lado persiste una parte de la sociedad que solo puedo concebir el mundo a partir de ellas y por otro lado porque los medios de poder están en manos de los sectores que quieren seguir manteniendo la situación en la que se ven favorecidos sus interés. Si en la sociedad todas las acciones continúan marcadas por la búsqueda de beneficios económicos, se establece un modelo de permanecía en lugar de desarrollo, las condiciones que se perpetúan mantienen los privilegios de quienes han logrado en mayor o menor medida acceder a ellos, utilizando una dinámica social en la que debajo de todas las mascaras y disfraces se esconde las verdadera realidad impuesta por los mas fuertes, una forma de violencia al mas puro estilo de la ley de la selva en la que todo los medios son validos para alcanzar el “bien supremo”, la sociedad no establece mecanismos que garanticen una justa distribución de estos beneficios si no todo lo contrario, tiende a la concentración económica y poder de forma increíblemente desigual, pero además los beneficios que se supone traerán la posesión de dichos bienes o acceso al poder son también cuestionables. Los adelantos de la ciencia y la técnica, la construcción de infraestructura, los esfuerzos sociales para la producción, de igual manera que los vienes y recursos que se extraen de la naturaleza son destinados a mantener una situación irresponsable basada en estrategias insostenibles como el despilfarro de todos los recursos humanos y materiales, para satisfacer las necesidades inexistentes y el exceso de producción de un sistema que se basa en el continuo crecimiento del consumo.
Para mantener y perpetuar las cosas en el estado actual y evitar evolucionar, tenemos que seguir igual osea manteniendo la misma idea que tenemos de “progreso”, pero para lograr esa permanecía de lo se conoce como progreso y dejar de las cosas de esta forma, se debe de seguir imponiendo el mismo esquema de realidad que la creó, un estado de las cosas solo se puede mantener a la fuerza, La violencia ya sea armada o la que se establece sutilmente negando la posibilidad de ser con la enajenación del yo a través modelos y esquemas preestablecidos construyen las pautas dentro de las que se pueden entender la realidad. En la sociedades más sofisticadas este tipo de violencia que se ejerce en los individuos es tan sutil que el individuo aunque siente malestar no sabe explicarse toda la compleja realidad que se la produce, así no hace falta violencia física, o de privación de la libertad aparente o de movimiento de cualquier individuo que no se considere peligroso, el individuo en este esquema cree ser libre pero en realidad solo puede tomar decisiones dentro de las alternativas que se le ofrecen, Los individuos que tienen que desarrollarse dentro del sistema tendrán que entrar en una dinámica difícil de eludir porque no se ofrecen más alternativas, mucho menos alguna acorde con la naturaleza de cada uno, además sin conocer otra realidad pierde toda conciencia sobre el paraíso que se le ha negado, para hacerle luchar por alcanzar otro que no existe.
La parte clórica que cada uno adopta para poder entrar en el molde, equivale a la otra parte proporcional de si mismo que pierde, en mayor o menor grado dependiendo cuanto se escape de la poda de su verdadera esencia, de su grado de conciencia de la realidad y su capacidad para reinventarse y lograr una posición lo más cómoda posible, posible que además para cada uno tiene una significación diferente, las perdidas y los duelos que cada uno tenga que realizar por la muerte de parte de si mismo son también la perdida de su potencialidad , si el individuo y sus decisiones giran en torno al sistema que pone su énfasis en la economía, si el centro es el sistema y no el individuo, los resultados no pueden ser el bienestar y plenitud individual, los posibles yo son anulados para poder participar en el mantenimiento y evolución de la realidad colectiva que en beneficio solo de unos pocos se intenta perpetuar.
Si construimos un camino para llegar al futuro, ahora tendríamos que construir otro para que nos devuelva al presente, no solo significa vivir ahora, además significa “ser”, la forma más saludable de de la existencia es tener la posibilidad de ser, recuperar el centro que hemos desplazado de nuestro interior y dejar de girar en torno a un sistema basado en el creciendo constantemente que lejos de llevarnos donde creemos va destruyendo la única posibilidad de paraíso que tenemos la certeza certeza de poseer.