viernes, 25 de mayo de 2007

El periodismo que crea burbujas

Una prueba más del egocentrismo de Occidente al orden del día, cuando uno de sus hijos es tocado toda la maquinaria informativa se vuelca proporcionadamente para informarnos de dicho suceso, demostrándonos una vez más que todos los ciudadanos del planeta no valen los mismo. Todos los niños muertos en Irak, por ejemplo, posiblemente tengan para la prensa y la opinión pública en Occidente solo una mil millonésima de importancia de la que se le concede a la niña inglesa Madeleine McCann. Valen más los ciudadanos de los "países desarrollados" en detrimento de cualquier otro miserable, que se muera de hambre o que es ignorado por cualquier otra razón.

Además, la realidad observada a través del televisor o los periódicos, es una verdad autorregulada por la gula de noticias frescas, que logren estimular el interés de las adormecidas conciencias. Los hechos repetitivos han perdido importancia y han pasado a formar parte de la vida cotidiana donde se mezclan en un mismo saco la ficción y la realidad. El conteo rutinario de víctimas ya es irrelevante porque ha hecho callo y solo logra una mayor audiencia con una nueva masacre que supere a las anteriores en número de víctimas o por la forma sangrienta en la que sean desperdigados los cuerpos humanos por los aires. Solo entonces miles de ojos saldrán de su somnolencia a echar un vistazo a una nueva foto horrenda para después volverse a cerrar.

1 comentario:

blog-admin dijo...

Hola Lorenzo. Gracias por tu mensaje, me parece totalmente acertado. Me he atrevido a ampliarlo, haciendo algunas propuestas concretas.
http://laesquinadelpobrecitohablador.blogspot.com/

Un saludo,
eph